“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores, eres un líder”
Esta frase fue tomada de Jack Welch, quien fue nombrado el CEO del siglo por la Revista Fortune y es un gran referente de liderazgo. Logró quintuplicar, la facturación de General Electric, de 26.000 millones a 130.000 millones en los 20 años que estuvo al frente de la compañía. y bajo su liderazgo la cotización de los activos pasó de US$2 a US$60, convirtiéndola en la empresa más valiosa del mundo.
Welch lideraba bajo una política de informalidad en el lugar de trabajo para que los empleados tuvieran una experiencia de emprendedores a pesar de estar en una gran corporación. Cómo líder desmantelaba la burocracia y era conocido también por tomar las decisiones difíciles de una forma muy simple, tanto en la operación buscando eficiencias o comprando y saliendo de empresas, con frases como:
“Si no tienes una ventaja competitiva, no compitas” y “Cambia antes que tengas que hacerlo”
Así como las decisiones de personas y del equipo de talento, guiando las decisiones con frases como:
“Poner a las personas adecuadas en los puestos adecuados es mucho más importante que desarrollar una estrategia”, “El equipo con los mejores jugadores gana”
Hasta la fecha, Welch sostiene que cuatro pilares son los que sostienen el liderazgo empresarial: la visión, los valores, la diferenciación y la franqueza de la comunicación. En su legado como uno de los grandes líderes de la historia, destacó ocho reglas para un liderazgo que transforme la cultura organizacional.
Jack Welch, en su libro “Triunfar” ofrece consejos que le han ayudado a hacer crecer su empresa hasta convertirla en el número uno del mundo. Uno de los temas más importantes que menciona es el de liderazgo, una habilidad que se exige mucho en los trabajos, pero que lamentablemente muy pocos tienen. Estas son las ocho reglas de liderazgo que expone, de manera resumida:
Los líderes renuevan constantemente su equipo, procurando que los cargos estén ocupados por las personas correctas, los capacitan para que hagan correctamente su función y los motivan y reconocen para así no solamente motivar a ellos sino a los demás miembros del equipo.
Los líderes no sólo deben asegurarse de que los empleados vean la misión, sino de que la vivan.
Los líderes son encantadores, generan mucha empatía, se ponen en el lugar del resto para saber cómo piensa y que le deben decir, utilizan bastante su inteligencia emocional.
Los líderes crean confianza con su sinceridad, transparencia y méritos: sea honesto con todo el mundo en la compañía. La sencillez y humildad es muy importante. No permita que su cargo, sea cual fuere, se le suba a la cabeza.
Los líderes tienen el coraje de tomar decisiones impopulares: el líder no existe para hacer que todo el mundo sea feliz, sino para liderar. Muchas veces lo correcto, lo ético, no es lo que a todos gusta, sin embargo, tienen la fortaleza necesaria para defender sus principios.
Los líderes cultivan sus virtudes, en el trabajo hay muchas virtudes que se pueden utilizar: perseverancia, aprovechamiento del tiempo, prudencia, fortaleza para acabar un trabajo bien hecho inclusive cuando uno está ya cansado, optimismo para no desmotivarse fácilmente.
Los líderes fomentan el riesgo y el aprendizaje con el ejemplo: si queremos que nuestra gente haga algo nuevo, debemos hacerlo primero nosotros.
Los líderes reconocen los logros de su equipo y los celebran en grande.